Domingo 6 de noviembre de 2011.
Quedan 10 días para el magno festejo de despedida al Sr. Director del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL) de la Universidad de Sevilla. Y yo que me alegro.
¿Cómo será el próximo servicio? ¿Seguirá la impronta de su antecesor?
Opino, por los contactos que he tenido con este servicio ‘en transición’, que va a seguir tratando a los ‘objetivos’ del mobbing (sí, las personas que hemos ido a buscar ayuda al Servicio de Prevención) como cosas amorfas que no tienen ni idea del mobbing. Desgraciadamente, Sres. del Servicio de Prevención, el de antes y el de después, pero siempre de la Univ.de Sevilla, muy de Sevilla, no puede servir para obstaculizar la información que ha de llegarle a quien denuncia sufrir mobbing. Es el mismo trato que los acosadores realizan con sus víctimas. Se las excluye de reuniones que tienen que ver directamente con sus intereses, y en todo el proceso, se miente, luego se miente, y más tarde, se miente.
Ahí va la historia.
Pedí por escrito una cita para que me sacaran del Dpto. de Pintura y para que me informaran de las posibilidades de cambio.
Tuve una reunión conla Vicerrectora.Ella me informó de que una nueva persona, no Jaime Marañón, se encargaría del asunto y me dijo que pasaría el caso al Servicio de Prevención.
En la primera cita en el SPRL, conducía la reunión Marañón. Me tenía que aguantar, me dije, pese a que con su actuación ha permitido mi indefensión en la situación de acoso de estos años. Estaban también varias personas más, relacionados con la psicología creo yo, y un delegado de prevención. En la segunda cita, aunque un psicólogo se ausentó, estábamos prácticamente los mismos. Marañón expuso las pruebas de la ayuda que me había prestado en el pasado e insistió que con esta situación perdíamos todos. Me alegro de que haya cambiado de opinión, aunque en público no puedo decir lo que me dijo una vez y que sí que le recordé allí mismo, en la reunión. Ya que tenía que aguantar que quien me había provocado indefensión fuera quien me ‘protegiera’, por lo menos que no me quisiera hacer comulgar con ruedas de molino. Ahí quedó eso. Me dieron a firmar un plan de acción para la situación de riesgos laborales con el que estuve de acuerdo. Y a casa.
Ese borrador se lo han saltado a la primera de cambio, y no me han convocado a una reunión que se iba a tener con el departamento de acogida, que se encuentra en la misma Facultad donde se encuentra el departamento de origen, el de Pintura.
No sé qué se ha pensado la gente de Prevención tratando así a una víctima de mobbing. El estres se ha causado porque se estaba tratando sobre mi futuro laboral sin estar yo presente, y sí el Sr. Marañón, me hacía desconfiar. La más experta en mi caso, soy yo, y parece que eso se le olvida al SPRL.
Han sido las preocupaciones que me ha generado el servicio de prevención la causa directa de mi baja laboral. Así de claro.
Tras la actuación del SPRL con el director del departamento de acogida, me he resistido a tratar con el SPRL. Al cabo de poco tiempo, tras la insistencia del delegado de prevención al director de acogida para concretar mi traslado, el delegado recibió un email en el que se me denigraba, se daba información falsa y rumores sobre mí. No conozco personalmente al autor del mail, el director del dpto de acogida. Bueno, una vez creo que me presenté a él en un pasillo de la facultad. Invertí no más de 1 minuto, creo.
En resumen, no sólo se me excluye de un tema que versa sobre mí, sino que las consecuencias en mi centro de trabajo son aún peores. Ten Servicio de Prevención. Toma que toma.
Tras esta situación, estoy esperando a poder concretar una cita con la Vicerrectora.
Ya está la cuenta atrás.
Nota ultimíízima: En el momento en que escrito esto, ya no estoy en cuenta atrás, porque la Vicerrectora ha comunicado a su secretaria que se anula la cita, y ésta me lo ha trasmitido una hora antes de la cita y varias horas después de que este escrito se haya mandado a varias listas de distribución de la Universidad de Sevilla. No me han dado razón, y tampoco me han dicho que se pospone a otro día.
UN SERVICIO DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES NO PUEDE ELIMINAR LA INFORMACIÓN QUE FLUYA HACIA LA VÍCTIMA DEL MOBBING O QUE ÉSTA QUIERA APORTAR.
LA VÍCTIMA DEL MOBBING TIENE UN CONOCIMIENTO DE LA SITUACIÓN QUE SI BIEN SIEMPRE PARCIAL, ES FUNDAMENTAL.
POR MUCHAS COMISIONES QUE EXISTAN, LA IMAGEN DE LAS QUE HEMOS Y ESTAMOS PASANDO POR ESTO ES AUTÉNTICA, NO LA SUSTITUYE NINGÚN CURSO.
RESPECTO AL CASO CONCRETO QUE HE CONTADO, EL QUE NO SE CONVOQUE A LA INTERESADA, CREA YA UNA ESTRUCTURA DE COMUNICACIÓN EXTRAÑA QUE NO INCIDE POSITIVAMENTE EN LA VÍCTIMA DEL MOBBING. ¿PORQUÉ SE LA EXCLUYE? ¿NO ES ESO EN SÍ UNA ACTUACIÓN QUE PROPONE AL MENOS UNA SOSPECHA?
Creo que es más interesante descubrir los supuestos subyacentes a las elecciones de actuación que se realizan desde el SPRL. Al excluir a la interesada, ¿qué da razón a esa exclusión? ¿No es cierto que así se plantea la duda de que ella es la excepción a una supuesta ‘normalidad’?
La situación en la que se nos coloca comunicacionalmente ya es intencional. No hace mucho que asistí a un Consejo de Dpto. en el que había de aprobarse un acta al que yo presenté alegaciones. Mi escrito entró por el registro de Secretaría del Dpto, y expresé al Secretario literalmente que señalaba en rojo las alegaciones, como en otras ocasiones puedo haber hecho.
Sin embargo, la propuesta de acta, QUE SE DIFUNDIÓ, incluía ese mismo texto, como en otras ocasiones, pero EN ROJO entre el magma de letras negras, todas igualitas. El efecto visual estaba claro. El texto mismo señalaba a la profesora. Cualquiera que ojeara el texto, no iba a pasar desapercibido ese párrafo.
Tuve tiempo para pensar qué hacer, y concluí que se trataba de una provocación y que no iba a responder a ello.
Curiosamente, el Director del Dpto. concluyó que qué raro, un Consejo de Departamento sin problemas. En las cintas estará grabado.
Yo propondría a la Vicerrectoraque no se centraran tanto en mi supuesta dimensión psicológica, sino en los papeles, los hechos probados, en el desequilibrio de poder, en los celos profesionales, en la incompetencia directiva y las acusaciones falsas.
Pásalo.
Inmaculada Rodríguez Cunill